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La consulta odontológica es esencial como parte del autocuidado. Cuando un paciente consulta con el odontólogo, está demostrando el nivel de preocupación que tiene por sí mismo, al querer recuperar su salud oral, prevenir enfermedades o mejorar aspectos estéticos que afecten su autoestima. Durante el embarazo, estos aspectos deben prevalecer; ya que no solo se trata de la salud oral de la madre, sino también la del bebé. Hay otros aspectos a analizar en esta relación odontología-embarazo; como la alimentación, el desarrollo adecuado del bebé, la higiene y la prevención de enfermedades para ambos, así como el cuidado con el consumo de ciertos medicamentos por parte de la gestante.
Es de vital importancia que la madre tenga una alimentación adecuada por su condición; esta alimentación debe ser rica en fibra para facilitar la digestión, evitando azúcares en exceso para prevenir una posible diabetes gestacional y seguir con el consumo de los suplementos de hierro y calcio ordenados por el ginecólogo. Se debe dejar a un lado el mito que estar en embarazo significa comer por dos. Esto puede llevar a una obesidad que es el punto de partida y agravante de otras patologías. Todo esto es indispensable para el correcto desarrollo de los órganos del bebé como la formación de los huesos, de los dientes y tejidos de recubrimiento como las mucosas y encías. Los objetivos de todas las guías internacionales de pediatría son encaminados a garantizar el uso exclusivo de la lactancia materna mínimo hasta los 6 meses de edad del bebé, ya que este alimento tiene todos los nutrientes y elementos necesarios para el crecimiento y desarrollo adecuado. Por eso la madre debe seguir alimentándose adecuadamente, siempre asesorada por un nutricionista.
Existen varias condiciones que pueden aparecer durante el embarazo que es mejor llamar comunes en vez de normales. La aversión al cepillado dental, al uso de cremas dentales o de seda dental son algunas de ellas, ya que estas pueden llegar a producir náuseas. No por eso se debe suspender la higiene oral; si se descuida, puede aparecer una patología que se llama gingivitis del embarazo. Se trata de una desagradable inflamación en las encías que puede producir molestias o dolor, sangrado al cepillado y al uso de la seda dental, pero que puede llegar a tornarse en un ciclo vicioso de no querer realizarse una adecuada higiene debido a este problema. De persistir la sintomatología en el tiempo y si las medidas de higiene no mejoran, podría aparecer una patología más severa llamada periodontitis. Esta es una infección ocasionada por bacterias que se caracteriza por producir mal aliento (halitosis), movilidad de los dientes, salida de material purulento por las encías, y que podría terminar en la pérdida de algunos dientes debido a la disminución gradual de los tejidos que los sostienen. Esto ocurre porque el sistema inmunológico de la gestante está diseñado para ser más reactivo ante cualquier microorganismo patógeno que pretenda entrar a nuestro cuerpo, y así desencadenar la cascada de respuestas ante los procesos inflamatorios con el fin de contener esta posible infección. En otras palabras, la cantidad de placa bacteriana en la boca de la madre que antes no generaba ninguna inflamación, ahora puede terminar, mínimo, en una gingivitis.
La periodontitis es una enfermedad ampliamente investigada en la odontología y su relación con ciertas situaciones de la salud en general. Por ejemplo, se ha relacionado fuertemente con diabetes, osteoporosis, infartos, y para este caso del embarazo, bajo peso al nacer y rupturas prematuras de membranas. Por eso es de valorar como cada vez más los controles prenatales están siendo muy enfáticos y rigurosos en la consulta con el odontólogo, ya que allí se puede detectar, mediante un minucioso examen clínico, ciertas manifestaciones que puedan indicar el inicio de alguna de estas patologías para poder actuar a tiempo.
Cabe mencionar que se debe evitar la exposición al uso de radiografías o tomografías durante el embarazo. Importante que se informe al odontólogo si está en embarazo o si cree estarlo. Las resonancias magnéticas y ecografías no tienen riesgos.
Durante el embarazo se debe tener especial cuidado en la administración de medicamentos. Lo primero que hay que tener en cuenta es nunca automedicarse, ya que algunos medicamentos pueden tener efectos desde leves hasta severos en el bebé, e incluso en la madre. En el caso de la odontología existe un grupo de medicamentos llamados las tetraciclinas que son unos antibióticos usados para tratar algunas infecciones. Si se consumen durante el embarazo, hay una alta probabilidad de que el bebé desarrolle unas pigmentaciones muy oscuras y difíciles de tratar cuando erupcionen sus dientes; los dientes del bebé también pueden verse afectados en la forma, color, número y calcificación por algunas carencias nutricionales como las de ácido fólico, vitamina B12, hierro, calcio, entre otras. Por eso la importancia de la adecuada nutrición materna.
Es recomendable que, una vez la mujer se dé cuenta que está en embarazo, consulte con su odontólogo tratante para empezar un programa de cuidado prenatal donde se hable de educación en higiene oral, promoción y recuperación de la salud y prevención de enfermedades; el profesional determinará la necesidad de tener más consultas de control antes del nacimiento del bebé.
Mujer, si estás en embarazo, el consejo es alimentarte adecuadamente, hacer actividad física, tratar de llevar hábitos de vida saludable como no fumar, no tomar licor, tener una adecuada higiene oral, visitar regularmente a tus médicos y odontólogos de confianza; ten la certeza que lo que ellos te sugieran hacer, lo hacen por tu salud y por la del milagro de vida que llevas dentro de ti.
Por el DR. Sergio Escobar
Odontólogo general